Habia una vez...
«La historia de Caglificio Clerici es fundamentalmente la historia de mi familia».
En 1872, mi tatarabuelo Martino fundó Caglificio Clerici y fabricaba cuajo en pasta a pequeña escala.
Su hijo Francesco amplió la empresa paterna mejorando la gama láctea con la producción de cuajo líquido.
En 1948, mi abuelo Ermanno y mi abuela Florinda Clerici dieron un vuelco a la empresa introduciendo el cuajo en polvo, que ha permitido prolongar la duración de la conservación y salvaguardar todas las ventajas de un producto natural.
Mi padre Francesco y mis tíos Martino y Giovanna continuaron desarrollando tecnologías innovadoras para ayudar a las queserías a trabajar la leche de la forma más segura, sana e higiénica.
Hasta la fecha, Caglificio Clerici prepara el cuajo con la misma dedicación y entusiasmo de antaño, pero utilizando las nuevas tecnologías puestas a disposición por parte de expertos de nuestro equipo de profesionales.
150 años de pasión por la calidad, investigación, desarrollo y tecnología made in Italy al servicio de la industria alimentaria de todo el mundo para crear «el único cuajo que adora tu leche.»